KENENISA BEKELE Y LA SUPERACIÓN CONSTANTE

Bekoji es una ciudad llena de mística. Con una altitud un poco superior a los 2.800 metros y emplazada en el centro de Etiopía, se ha vuelvo objeto de culto y estudio por parte del mundo del atletismo, ya que sorprende que un lugar con una población de apenas 16.700 personas haya dado a luz a tantos medallistas olímpicos, como son los casos de Derartu Tulu, Fatuma Roba, Tiki Gelana, Ejegayehu, Tirunesh y Genzebe Dibaba (las tres son hermanas), Tariku Bekele o su hermano mayor, Kenenisa, quien se ha transformado en uno de los mejores corredores de distancia de todos los tiempos, si no el mejor.

Nació un 13 de junio de 1982 en el seno de una familia humilde. De pequeño trabajaba en la granja de su padre, donde bien podía vender las gallinas o estar cuidando a las ovejas, aunque su anhelo siempre fue estudiar, ya que soñaba con ser ingeniero o matemático. En su futuro todavía no vislumbraba el atletismo ni la gloria, por entonces el fútbol ocupaba su imaginación. La persona que si pudo visualizar esto fue el entrenador Sentayehu Eshetu, uno de los mejores del país a nivel colegial. Este lo animó a probarse y Bekele aceptó con su ídolo Haile Gebrselassie en mente. En su primera carrera fue cuarto y eso lo animaría a dar más de si.

Desde entonces, todo fue en aumento para aquel menudo muchachito. Ganó un campeonato provincial de cross-country en 1998 y ello, sumado a otros buenos resultados, le dio una oportunidad mayor cuando fue invitado a ser parte del Mugher Cement Factory, el cual tenía como entrenador a Tolosa Kotu, quien era por aquel entonces el entrenador de maratón de Etiopía. Aquello le dio la chance de comenzar a salir del país para competir a nivel internacional, logrando un noveno lugar en el Campeonato Mundial de Cross Country Junior del año siguiente, certamen que lograría obtener en el 2001, cuando todo el mundo comenzó a mirarlo con otros ojos. Comenzaba a escribirse una de las páginas más gloriosas de la historia del atletismo.

Kenenisa, el imbatible

El joven de Bekoji había encontrado su lugar en el mundo en los Campeonatos de Cross Country. De hecho, desde el 2002 hasta el 2006 lograría ganar todas las carreras de 4K y 12K del circuito (carreras corta y larga), algo sin precedentes. En total fueron 10 oros con los que volvió a poner a su país en lo más alto tras muchos años de dominio keniata. Además, también conseguiría un título más en el 2008 (12K) y una plata en el 2001 (4K), para terminar su campaña en esta especialidad con 11 primeros lugares y un subcampeonato de manera individual, además del oro en su etapa como juvenil y un registro de 2-3-1 a nivel de equipos, totalizando 19 preseas en total. Ya no tenía rivales allí.

Pero Kenenisa no solo fue un corredor de cross; también buscó saciar su sed de velocidad en otras categorías, como los 5 0 10 mil o la media maratón. Sería en sus primeros años cuando tuvo el honor de enfrentarse a su ídolo, el siempre sonriente Haile, con quien mantendría una buena rivalidad deportiva. Algunas veces le tocó caer ante aquel titán, pero también supo alzarse con triunfos épicos, como en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, donde llegó en segundo lugar en los 5000 (por detrás del marroquí Hicham El Guerrouj), pero ganando el oro en los 10000 con un récord olímpico (27:05.10), dejando a Gebrselassie en quinto lugar. En Beijing 2008 volvió a vencer a su maestro en los 10000, bajando su propia plusmarca (27:01.17) y cobrándose revancha en lo 5000, donde derrotaría a otro grandioso atleta como lo es el keniata Eliud Kipchoge con OR (12:57.82).

«El etíope Kenenisa Bekele es para muchos el mejor corredor de fondo de siempre. Su enorme calidad le ha permitido imponer su ley en el campo a través, en sala, en la pista al aire libre y, a pesar de los problemas físicos en los últimos años, en la carretera«.

Luis Montes, Historia del Atletismo

Maestro en el Cross, gran campeón en los 5 y 10 mil metros. ¿Faltaba algo más para que se lo reconociera como uno de los mejores atletas de todos los tiempos? Si, pasarse a la maratón, la cuna de los grandes mitos, allí donde solo los mejores logran dejar su huella en los anales de la historia. Fue en el 2014 cuando decidió dejar de lado el track para pasar a la escena grande.

Si bien es cierto que las lesiones no lo ayudaron mucho, la verdad es que Bekele ha logrado quedarse con tres grandes títulos: París en el 2014 y Berlín en 2016 y 2019, en esta última logrando la segunda mejor marca de todos los tiempos (2:01.41), apenas dos centésimas por debajo de Kipchoge.

Su último objetivo es uno que han perseguido por años todos los maratonistas de élite: bajar las 2 horas, algo que Eliud ha conseguido en el 2019 pero bajo condiciones que fueron favorables para el hombre de Kenia. «Puedo correr quizás más rápido que el récord del mundo, cerca de dos horas o algo así. Depende de las condiciones del tiempo y de contar con un buen recorrido»  expresó el etíope en el sitio de Tokio 2020, que sueña justamente con alcanzar la hazaña justamente en los Juegos de este año.

Pase lo que pase, tanto en los olímpicos como en el final de su trayectoria, lo cierto es que Kenenisa Bekele ya tendrá por siempre el honor de ser considerado como uno de los mejores atletas de la historia, tanto por su versatilidad como por sus ansias de triunfar y de superar las dificultades que se le presentaron.

Fuentes:

  • Endo Ethiopia
  • ESPN
  • Britannica
  • Ducksters
  • Tokio 2020
  • Historia del Atletismo
  • Runner´s World