WERDER BREMEN: UN GRANDE DORMIDO

Hace unos años atrás, el SV Werder Bremen levantaba su cuarto y hasta ahora su último trofeo de campeón de Bundesliga. Desde ese feliz momento hasta la actualidad, los del Weserstadion han tenido un bajón muy considerable en su rendimiento deportivo. Sin duda alguna, es de los equipos más importantes de Alemania, siendo el que más apariciones posee en la Primera División (56 temporadas). Solo tuvo un descenso (1980-81) y volvió al año siguiente, además de los cuatro campeonatos ya nombrados de Bundesliga y siete subcampeonatos, como también ser el segundo club con más títulos de la DFB Pokal (7). A partir de la temporada 2010-11 la mitad de tabla fue su hábitat natural, mirando de reojo al descenso y en un par de ocasiones llegando a rozar la UEFA Europa League. Muy, pero que muy lejos de aquella versión de aquel Bremen de hace décadas y, más aún, del de los 80’s y 90’s, que peleaba por el dominio y la supremacía en Alemania junto al Bayern Múnich.

Justamente el 22 de junio del 2004, el central, capitán y actual Director Deportivo del Bremen, Frank Baumann, levantaba el trofeo que los decretaba como campeones. Una temporada histórica, inolvidable para los hinchas, jugadores, directivos y todos los que tenían que ver con el club. Mucho mérito de la conquista se llevó el que fue entrenador de los «verdiblancos» hasta 2013, Thomas Schaaf. 22 victorias y 8 empates en los 34 partidos, para sumar 74 puntos y dar la vuelta olímpica. Fueron el equipo más goleador con 79 goles y recibieron 38 (segundo menos goleado).

Las principales armas del Werder Bremen campeón en 2004 eran los delanteros Iván Klasnić y Aílton. El primero marcó 13 goles, mientras que el brasileño se destaparía con 28, siendo el máximo anotador de la competición. Johan Micaud, el dueño de la «10», sobresalió junto a esa dupla terrible de killers del área. Esa campaña fue una de ensueño para Die Grün-Weiß, donde además de levantar la liga, se quedaron con la DFB Pokal venciendo 3-2 al Alemannia Aachen, club que fue declarado en bancarrota en 2012 y descendido a la cuarta alemana, permaneciendo allí hasta el día de hoy.

Luego de ese magnífico año perderían a algunas piezas claves de la plantilla, como por ejemplo la ida del temible goleador Aílton al Schalke 04. Para reemplazar al carioca, llegó un joven llamado Miroslav Klose, que a pesar de ser muy joven, venía jugando bien y haciendo goles con el FC Kaiserslautern. Sus buenos fichajes no dieron la talla esperada e infortunadamente, para la 2004-05, cayeron al tercer puesto, a 18 puntos del líder que fue el Bayern Múnich.

El próximo año mejorarían su actuación, pero sin poder superar a los bávaros, quedándose a cinco puntos de diferencia. El Bombardero Klose fue el goleador de la Bundesliga aquel curso con unos buenos 25 goles, e Iván Klasnic siguió con buen rendimiento, batiendo las redes en 15 ocasiones; también el francés Micaud tuvo una buena campaña. El talentoso Diego Ribas, el histórico Tim Wiese y Naldo firmarían por el Bremen, para ser importantes en la 2006-07. Allí finalizaron terceros, esta vez a tan solo cuatro puntos del campeón, Stuttgart. Muchos brillaron esa temporada, nombres como Mohamed Zidan, nuevamente Klose, el canterano Aaron Hunt y los brasileños ya nombrados, Diego y Naldo.

En la 2007-08, a pesar de la pérdida de su goleador Klose, su buena racha clasificatoria prosiguió, conservando un buen fútbol que les permitió ser subcampeones a tan solo 10 puntos del campeón de una Bundesliga que, nuevamente, vería como vencedor a los rojos de Baviera. Reiteradamente Diego se erigió como una de sus principales figuras del club y de la liga, al ser el máximo asistente con 11 pases gol y marcando 13 tantos, con el sueco Markus Rosenberg y Hugo Almeida en la delantera con buenas cifras goleadoras (25 goles entre ambos).

Bundesliga 2008-09. Aquella fue una temporada liguera fatídica para los que juegan de local en el Weserstadion. El Wolfsburgo se coronaría campeón por primera vez, mientras el Bremen terminó lejos, décimo en la clasificación con tan solo 45 puntos. Las cosas positivas de ese año, sin embargo, llegaron fuera de la liga local, consiguiendo un título sorpresivo de la Pokal, junto con la explosión de Mesut Özil (33 asistencias en la temporada) y de los recién ascendidos al primer equipo como Sebastian Boenisch, Max Kruse o Martin Harnik. Por la mínima superaron al Bayer Leverkusen en la final, el gol obra de Özil. En el plano europeo, en la última edición de la antigua Copa UEFA, sucumbieron en octavos frente al Valencia, siendo Claudio Pizarro el goleador del torneo.

Al final de la temporada se marcharon Diego, Harnik y Boubacar Sanogo, sumándose a Klasnic, que ya había hecho las maletas un año atrás. Marko Marin y la llegada a título de propiedad del que se convertiría en su goleador histórico, el peruano Claudio Pizarro, fueron las principales novedades en la plantilla verdiblanca. Con ellos, los isleños del río tendrían su última temporada en puestos de competiciones europeas. Nuevamente en plan estelar aparecieron Pizarro y Özil, destacando de igual forma Aaron Hunt y Marko Marin. Terceros en Bundesliga y finalistas en la Pokal, perdiendo 4-0 frente al Bayern. Parecía que aquel décimo puesto fue sólo una piedra en el camino.

Hugo Almeida y Özil partieron ese verano de Alemania, dejando al Bremen muy tocado, ya que los refuerzos que llegaron en su reemplazo no funcionaron. Durante las próximas campañas, los resultados fueron claramente a la baja: en la 10/11, decimoterceros; en la 11/12, novenos; en la 11/12, decimocuartos, cerquita del descenso, como resultado de la salida de Marin, Naldo, Wiese, Rosenberg y la punta de lanza, Claudio Pizarro. Aaron Hunt seguía rindiendo y con la ayuda de Nils Petersen y Kevin de Bruyne (participación directa en 36 goles para ambos) evitaron la catástrofe.

En el próximo año a Hunt se le acabó el contrato y no fue renovado, Franco Di Santo y Zlatko Junuzovic tomarían la batuta. El resultado: décimos. Al año siguiente saldrían Davie Selke y Di Santo, pero volvía El Bombardero de Los Andes, quién encontró en Anthony Ujah y Junuzovic unos socios ideales para llevar el ataque de los del Weserstadion. El inca marcaría 14 goles esta vez, siendo importante para que el Werder Bremen escalara al puesto número 13 en la clasificación, llegando a semis en la Pokal.

Ya a finales de la década, a pesar de caer en primera ronda de la copa, en la 16/17 estuvieron a un paso de volver a la UEFA Europa League, gracias a la vuelta de Max Kruse, que batiría las redes en 15 ocasiones, y un Serge Gnabry que fue una de las sensaciones de la Bundesliga. Al año siguiente, la 17/18, el Bayern Múnich les arrebataría a un Gnabry imposible de retener, y estos le reemplazaron con un Milot Rashica que luego se convirtió en pieza importante. Otra vez Kruse fue lo rescatable en una temporada donde un undécimo puesto y una salida en cuartos de copa fue lo máximo que el equipo pudo conseguir. Su canterano, Maximilian Eggestein, se daría a conocer a pasos rápidos.

Para la temporada pasada, al Werder se le fueron nuevamente personalidades importantes como Thomas Delaney, Junuzovic y Florian Kainz. Para contrarrestar esas pérdidas, Nuri Sahin y Davy Klaassen se unirían a las filas de los isleños del río. Los jóvenes Rashica y Eggestein brillaron, Klaassen, ex del Ajax, tuvo un rendimiento adecuado para las expectativas y nuevamente Max Kruse entró en escena como goleador con 11 tantos y 10 asistencias para ayudar a su equipo a finalizar octavo en liga y semifinalista de la copa que ya a estas alturas se había convertido en la única esperanza de título, tras un 2-3 frente al todopoderoso Bayern.

Hoy, los del Weserstadion pisan el descenso, quizás más cercano que nunca, pero también están muy cerca de soñar con la salvación. Con Milot Rashica en plan estelar, acompañado de Yuya Osako y Davie Selke en la delantera, Leonardo Bittencourt y Klaassen manejando los hilos, el muy buen portero checo Jiří Pavlenka resguardando el arco, como también la aparición del joven atacante estadounidense Josh Sargent, espera salvarse y seguir manteniéndose en la Primera División teutona, además de superar la crisis financiera que atraviesan, ya que tendrían un saldo negativo de -50 millones de euros en el resumen de finanzas. Un grande del fútbol alemán está dormido, lejos de despertar, pero todavía lucha por no caer.