BOAVISTA, EL EQUIPO QUE HIZO TEMBLAR A LOS TRES GRANDES

En Europa, el fútbol es una especie de religión, con muchos peregrinos que sienten amor por su club. Cada país, obviamente, ofrece sus propios contextos y particularidades. Si tomamos como ejemplo el caso de Portugal, el campeonato ha sido históricamente dominado por los tres grandes (Benfica, Porto y Sporting CP). Solo otros dos clubes han roto esa hegemonía en un par de ocasiones. De resto, ha sido un dominio absoluto por parte de Las Águilas, Los Dragones y Los Leones.

El entrenador Jaime Pacheco asumió las riendas del primer equipo del Boavista en la 1997/98 y a la siguiente campaña da el primer aviso: fue subcampeón detrás del Porto. En la temporada 2000/01, dio el golpe sobre la mesa definitivo al convertirse en el quinto equipo en ganar el torneo local. Solo el Os Belenenses, en la campaña 1945-46, se había titulado campeón y hasta ese entonces había sido el único club distinto a los tres de siempre en ganar el torneo -casualmente, ese año se amplió la liga a 12 equipos y se implementó el sistema de ascensos y descensos.

Durante el proceso del técnico oriundo de Paredes, Porto (1997-98 hasta 2002-03), mantuvo una base de jugadores tales como el portero Ricardo, el lateral derecho Nuno Frechaut, los centrales Pedro Emanuel y Litos, los mediocampistas Rui Bento, el boliviano Erwin Sánchez y Petit, los atacantes Elpidio Silva y Martelinho, entre otros.

La Champions

Tras haber ganado la liga, el cuadro ajedrezado se ganó el derecho de competir en la Champions League. Para aquel momento, el máximo torneo de clubes del viejo continente constaba de dos fases de grupos. Entonces tuvo como rivales al Liverpool, Borussia Dortmund y Dinamo de Kiev. Contra todo pronóstico, clasificó como segundo detrás de los Reds con ocho puntos gracias a que su casa fue un fortín inexpugnable (dos victorias y un empate).

En la siguiente ronda, la situación fue diferente al terminar tercero con cinco unidades y así se acabó su camino en el certamen. Claro está, sus rivales de grupo fueron colosos como el Manchester United, el Bayern Munich y el Nantes de Francia. Ese mismo año, el Boavista terminó segundo en la liga con 70 puntos, solo a cinco del Sporting, que salió campeón. Y en la 2002/03, llegó a semifinales de la Copa UEFA (actualmente es la Europa League), al caer con el Celtic de Glasgow en la misma edición en la que el Porto levantó la copa bajo la dirección de José Mourinho.

Con el paso del tiempo, el conjunto blanquinegro dejó de ser competitivo luego de la salida de sus mejores piezas, habiendo atravesado una crisis financiera que obligó a la directiva a abrazar la austeridad debido a la construcción del nuevo estadio que iba a servir como parada de la Eurocopa del 2004. Cabe recordar que jugadores como Joao Pinto, Rui Bento, Nuno Gomes y Jimmy Floyd Hasselbaink pasaron por el Boavista.

Un duro golpe

En el 2007, se destapó un caso de corrupción llamado “silbato dorado”, donde el Boavista fue acusado de soborno. Como consecuencia de aquello, el presidente Joao Loureiro renunció a su cargo debido a que fue suspendido por cuatro años y en junio de 2008, el conjunto blanquinegro bajó administrativamente a segunda división. Incluso Valentim Loureiro (padre de Joao Loureiro y quien fuera presidente del club 1978 e 1997 y máximo jerarca de la liga lusa entre 1991 y 1994 y entre 1996 y 2006) fue sentenciado a tres años y dos meses de cárcel.

Sin embargo, lo peor estaba por venir. Ese mismo año, el equipo ajedrezado perdió la categoría y descendió a tercera, donde permaneció varias temporadas. Al mismo tiempo, se produjo una batalla que llegó al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) con la Federación Portuguesa de Fútbol (FPF) y en 2012, el Boavista ganó el caso. En 2013, el Comité de Justicia de la Federación anuló la medida del descenso administrativo tomada en 2008.

Finalmente, en la 2014/15, luego de una serie de desencuentros entre la liga profesional y la federación por el caso, regresó a la máxima categoría de manera administrativa. ¿Algo curioso? Su técnico en ese momento era Petit, quien fuera vital en la conquista del título de liga y el presidente era Joao Loureiro, quien fue vital en la lucha por volver a primera y era el mandamás en la época dorada.

Hoy en día, se encuentra merodeando en las tranquilas aguas de la mitad de la clasificación de la Liga NOS bajo las órdenes de Daniel Ramos. Sin dudas, jugadores, dirigentes y aficionados darían todo por volver a saborear las mieles del éxito nacional y continental. ¿Podrán conseguirlo? Solo el tiempo dictará sentencia, pero lo cierto es que ya han superado lo peor.