90 DE LOS 90: BLACKBURN ROVERS: EL CAMINO HACIA EL CIELO

Nadie puede discutir la importancia que el Blackburn Rovers posee dentro del fútbol inglés. Gestado en 1875, fue uno de los clubes fundadores de la Football League en 1888. Entre 1884 y 1891 demostraron ser uno de los conjuntos más importantes de las islas británicas, ya que ganaron nada menos que cinco FA Cups, a las cuales se les sumarían luego dos Ligas en 1911-1912 y 1913-1914. Aunque, desde entonces, la institución comenzaría un lento pero inexorable descenso de nivel que los llevaría en varias ocasiones a disputar la Division Two y hasta la Three , esta última en la temporada 1979-1980. Desde entonces, fueron una escuadra que alternaba buenas campañas con pésimas, pero siempre estabilizado en el segundo escalafón.

La agonía acabaría, por fin, con la llegada de Jack Walker al club. Este empresario, venido del mundo del acero, era un fanático empedernido del equipo de Lancashire. Dolido por la situación que vivían hace ya muchos años sus Rovers, decidió ponerse manos a la obra, comenzando a inyectar dinero con la clara intención de no solo devolver al Blackburn a la máxima categoría, sino también de hacerlo un digno competidor por el título.

Tras un pobre 19° lugar en la temporada debut, en la siguiente el equipo se recuperaría gracias a la contratación de Kenny Dalghish, el legendario ex jugador y entrenador del Liverpool. Mientras el Leeds United ganaba la First Division y el Sheffield Wednesday lograba colarse como tercero (ocupando de esta forma una plaza para la antigua Copa de la UEFA), el Blackburn finalizaba en la sexta posición en la segunda categoría, por lo que, si querían subir, tendrían que quedarse con el siempre durísimo playoff. En las semifinales despacharon al Derby County con un global de 5-4, por lo que se verían las caras con el Leicester City en la final en Wembley. Los Foxes llegaban confiados a esta cita, ya que le habían propinado una verdadera paliza al Cambridge United en la ronda anterior (6-1), pero al final sería el Rovers el que se alzaría con la victoria gracias al gol de penal de Michael Newell. Tras 26 años, los hinchas pudieron abrazarse y gritar al unísono que su equipo del alma era, por fin, de Primera.

Adaptados a la Premier League desde el primer día

Si el Blackburn podía jactarse de ser uno de los miembros fundadores de la Football League, con su ascenso también podía hacerlo de la Premier League, una idea que traería grandes beneficios a los equipos ingleses, sobre todo en cuanto a dinero y popularidad a nivel global.

Walker se movería pronto en el mercado de verano, trayéndose del Southampton a Alan Shearer por 3.6 millones de libras. El nacido en Newcastle había mostrado una progresión fenomenal, alcanzando en su última campaña 21 goles en 60 partidos, lo que lo llevaría a ser parte de la selección de Inglaterra durante la fallida Eurocopa de 1992.

El empresario gastaría casi 10 millones de euros aquella temporada (Stuart Ripley, Graeme Le Saux, Patrik Andersson o Tim Sherwood serían otras de las nuevas caras) y los fanáticos disfrutarían de un retorno por todo lo alto, finalizando en la cuarta posición en la Premier, aunque lamentablemente a solo una unidad de jugar en Europa. Además, llegarían hasta los cuartos de final de la FA Cup (perdiendo por penales en el replay con el Sheffield United) y a las semifinales de la League Cup (cayendo ante el otro equipo de la ciudad, el Wednesday). El nuevo Rovers se mostraba sumamente prometedor.

Para la campaña siguiente las caras más resonantes serían las de Tim Flowers, David Batty, Paul Warhurst o Ian Pierce, en un nuevo gasto importante por parte de Walker, llegando ahora a los 11,78 millones de libras en gastos. Quizás hoy nos parezca una cifra ridícula, pero debemos pensar que los Rovers fueron el conjunto que más dinero gastó en aquellas dos primeras campañas en Premier, bastante por encima del Manchester United, el Newcastle o el Liverpool. Eran otros tiempos sin lugar a dudas…

La temporada 1993-1994 sería aun mejor que la anterior, con un-Blackburn logrando el subcampeón con la impresionante suma de 84 puntos, algo que le hubiera permitido terminar como vencedor en los años precedentes, pero aquí nada pudieron hacer con unos Red Devils que estuvieron estratosféricos (92 unidades). Esta vez las copas no fueron tan benevolentes con la escuadra de Dalglish, quedando eliminada de ambas en la cuarta instancia. Pero el mensaje ya lo habían dado: no pararían hasta alzar el título de la Premier.

El histórico 1995

En 1994 el Blackburn ya no gastaría tanto como sus rivales (el Everton sería el conjunto que más desembolsaría en aquel verano), pero si que lo haría de manera inteligente, gastándose unos 7,50 millones de libras en Chris Sutton, quién resultaría ser la pareja ideal para un Shearer que tendría un año endemoniado. Esta dupla -una de las más letales de la historia de la Premier- convertiría más de la mitad de los 90 goles que sumaría el equipo en total, una locura.

La temporada comenzaría para los Rovers oficialmente el 14 de agosto en Wembley, con la disputa de la Community Shield. Tuvieron que medirse ante el todopoderoso Manchester United de Ferguson, que también había conseguido la FA Cup la campaña anterior. Al tener que disputarse un trofeo a solo un partido era la chance ideal para conseguir un título, algo que no conseguían desde 1987 (cuando se quedaron con la Full Members Cup), pero Cantona e Ince negaron dicha oportunidad. Si bien esto hubiera servido para ganar algo de moral para los meses posteriores, todos entendían que lo verdaderamente importante era lo que estaba por venir.

Algo que ayudaría a los de Lancashire durante aquella histórica temporada sería el quedar eliminados prontamente de todos los torneos coperos. Comenzaron siendo sorprendidos en la primera ronda de la Copa de la UEFA por el Trelleborg sueco, para caer luego en tercer ronda de la Copa de la Liga ante el Liverpool y en la primera de la FA Cup con el Newcastle, por lo que, ya para enero, la escuadra de Dalglish solo se centraría en la Premier.

Allí las cosas fluían de manera sensacional. Comenzarían empatando ante el Southampton con gol de Shearer y, desde la 1° hasta la 7° jornada, se mantendrían invictos sumando cinco triunfos y dos empates. Tras un 2-4 en Ewood Park con el Manchester United llegaría la confirmación de que ésta escuadra, pese a todo, tenía con que dar batalla: con 11 triunfos (donde vencerían, entre otros, al Nottingham Forest en dos oportunidades) y un solo empate alcanzarían la cima del certamen, la cuál no soltaron desde la fecha 16. Una nueva derrota ante el United no frenó el ímpetu de aquel maravilloso y sumamente goleador equipo, consiguiendo, entre las fechas 28 y 37 otra serie sin derrotas (siete triunfos y tres empates).

Sin embargo, el final del torneo demostraría ser demasiado duro para el conjunto en donde también destacaban Tim Flowers, Tim Sherwood, Colin Hendry, Graeme Le Saux, Stuart Ripley o Mark Atkins. Desde la fecha 38 hasta el final (recordemos que había, en aquel entonces, 22 instituciones en Primera) el conjunto hilvanaría un triunfo y una derrota por vez, algo que le dio la oportunidad a los Red Devils de acercarse peligrosamente. La última jornada, disputada el 14 de mayo de 1995, midió al Blackburn con el Liverpool en Anfield. Comenzaron ganando con un tanto de Shearer (máximo anotador aquella campaña con 34 goles, en una lista donde los cinco primeros anotadores eran ingleses), pero Barnes y Redknapp lograrían darle vuelta a la historia, dejando todo en veremos. Y es que el Manchester se enfrentaba al West Ham, lo que, en la previa, suponía un fácil escollo. Pero, como en las buenas historias, hubo suspenso y, sobre todo, un milagro. Los Hammers lograrían un gran empate a uno, dándole la primera liga en 81 años al Blackburn. Walker y su inversión habían logrado lo imposible: llevar a un club de segunda a campeonar en solo tres años.

Lamentablemente, aquello en vez de marcar el punto de inflexión para el club y crear una nueva era en el fútbol inglés, terminaría por ser su final. En la única Champions League que disputaron finalizaron en el cuarto lugar de un grupo que compartieron con Spartak de Moscú, Legia Varsovia y Rosemborg y, en las subsiguientes campañas, apenas si llegarían a ser 6° o 7° algunas veces, descendiendo por primera vez en la temporada 1998-1999, para luego bajar definitivamente en la 2011-2012, llegando incluso a pisar la League One. Hoy luchan por volver al sitio donde pertenecen. Mientras tanto, sus hinchas sueñan con que caiga del cielo otro Mesías que los lleve a la gloria. Y que los deje allí, esta vez para siempre.